El proyecto de Ley de medidas fiscales y administrativas aprobado a finales de 2020 por la Xunta (también llamada Lei de Acompañamento), mantiene las rebajas fiscales de las empresas contaminantes, ya consolidadas en la anterior Ley de acompañamiento para 2020. ARCO IRIS denuncia una gestión ambiental poco sostenible en cuestión de vertidos y una política continuista que solo beneficia a empresas sin escrúpulos que contaminan
cada vez a menos precio.
La Xunta concede así un trato de favor a las empresas contaminantes mediante un ajuste a la baja de los gravámenes aplicados por carga contaminante, según dispone la Ley de Aguas de Galicia, de 2010. La imposición fiscal vigente para 2021 queda así:
3. El tipo de gravamen se expresará en euros/metro cúbico, siendo:
a) En la modalidad de volumen, de 0,433 €/m3.
b) En la modalidad de carga contaminante será el determinado a partir de los
siguientes valores de los parámetros de contaminación:
– Materias en suspensión: 0,253 €/kg.
– Materias oxidables: 0,507 €/kg.
– Nitrógeno total: 0,380 €/kg.
– Fósforo total: 0,761 €/kg.
– Sales solubles: 4,070 €/S/cm m3.
– Metales: 11,435 €/kg equimetal.
– Materias inhibidoras: 0,054 €/equitox.
La Ley de Aguas de Galicia, aprobada hace 10 años, no era tan condescendiente con
la carga contaminante de las industrias, ya que fijaba una carga impositiva superior,
teniendo en cuenta que han pasado ya diez años y hay que aplicar el correspondiente IPC
diferencial:
3. El tipo de gravamen se expresará en euros/metro cúbico, siendo:
a) En la modalidad de volumen, de 0,421 €/m3.
b) En la modalidad de carga contaminante será el determinado a partir de los
siguientes valores de los parámetros de contaminación:
Materias en suspensión: 0,246 €/kg.
Materias oxidables: 0,493 €/kg.
Nitrógeno total: 0,369 €/kg.
Fósforo total: 0,740 €/kg.
Sales solubles: 3,955 €/S/cm m3.
Metales: 11,113 €/kg equimetal.
Materias inhibidoras: 0,052 €/equitox.
Resumiendo, la suma total de la carga contaminante en 2010 ascendía a 17 euros y 39
céntimos; en 2020, el emisor pagaría 17 euros y 89 céntimos. Tan solo una diferencia de
50 céntimos en 10 años, cuando el IPC ha subido en ese periodo hasta un punto que
permite fijar la tasa real que se tendría que abonar en 20 euros y 39 céntimos, es decir, 2,4
euros más. Por tanto, la tasa por carga contaminante ha bajado hasta un 15 % en 10 años,
lo que convierte a los vertidos contaminantes en un negocio cada vez más rentable según
pasan los años.
La vieja soflama, tan de moda en los 80, de “quién contamina, paga” se ha convertido
por arte de magia en : quien contamina, paga menos !. Llama la atención que, mientras en
todo el mundo se abren paso políticas cada vez menos permisivas con la violencia
ambiental, en Galicia se consolida una tendencia contraria y distópica, que nos convierten
en un país pintoresco y poco atractivo para futuras inversiones, apalancadas cada vez más
en un marco sostenible y que escapan de las antiguas “ventajas industriales”. Galicia
queda así en terreno de nadie, a medio camino entre los países avanzados y el Tercer
Mundo.
ARCO IRIS considera que aún se está a tiempo de rectificar esta deriva suicida antes de
que entre en vigor la LMFA y espera y desea que los grupos parlamentarios introduzcan
enmiendas para modificar este escenario, que dice muy poco de los actuales dirigentes
ambientales y fiscales de Galicia. Hacer de la polución una fuente inagotable de ingresos
fiscales es indecente e inmoral.
https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2019/20191227/AnuncioC3B0-
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