Temía Álvaro Cervera a lo largo de la semana a llegada de un CD Lugo al que definió como "el peor rival" que se podían encontrar en el camino. El técnico local recelaba del conjunto amurallado por haber hecho gala de algunas de las virtudes que habían encumbrado a los suyos. Cabía la posibilidad de que el equipo que comanda con autoridad la categoría probase de su propia medicina.

Parecieron salir con las directrices claras los lucenses: concentrados, buscando minimizar errores y con el ojo puesto en aprovechar los ajenos. Y tardaron poco en hacerlo, porque en el minuto cuatro Iriome hizo suyo un balón por el que no se entendieron Cifuentes y Rhyner y enviaba la pelota a la jaula. Brazos al cielo, la dedicatoria que más anhelaba el de Icod por fin había llegado. 

Pronto se había puesto de cara el guion para los intereses visitantes. Y fue también un toque de corneta para la caballería amarilla. Comandado por un omnipresente Álex Fernández comenzaron a llegar a dominios de Ander Cantero. Tras un gol anulado a los de Cervera por fuera de juego, el portero navarro fue clave para que los suyos se mantuviesen por delante con un par de intervenciones de mérito. La línea no salvó a los lucenses en un balón a Nano Mesa que habilitó con un centro tenso a Iza para que el lateral hiciese la igualada. Subieron las pulsaciones del partido los gaditanos, con alguna ocasión clara para el Choco Lozano, pero el marcador no se movió hasta el descanso.

A la vuelta un escenario más equilibrado que cambió con un golazo de Iza. Golpe violento a la escuadra y el líder tomaba la vanguardia. La solidez local hizo parecer que la portería de Cifuentes se iba alejando cada vez más. Movió el árbol Eloy Jiménez y puso toda la carne en el asador con Manu Barreiro, Yanis o el debut de Carrillo. Pero paso lo que casi siempre esta temporada: cuando el equipo de Cervera se pone por delante no hay oponente que lo tumbe.