El Estado Español ,mediante el Ministerio de Transición Ecológica, ha establecido un convenio con el Estado Noruego para llenar en norte de España de parques eólicos.

Como consecuencia de ese vergonzoso acuerdo, que sitúa a España como un país del Tercer Mundo, colonizado por potencias extranjeras con intereses en el sector extractivo de la energía, los mejores espacios naturales del Cantábrico serán expoliados por la instalación indiscriminada de instalaciones “sostenibles” que causarán un impacto ambiental irreversible.

Ni siquiera zonas declaradas como red Natura se librarán de esta nueva invasión colonial, propiciada por un Estado a merced de los grandes grupos de presión que han visto en España un nuevo Eldorado que conviene exprimir a conciencia.La instalación de dos superparques, uno cerca de los Ancares y el de Rebordechao, que afectará hasta a 10 municipios en Orense, marcará el fin de la soberanía energética de Galicia y el resto de las comunidades del norte.

La Xunta de Galicia colabora de manera efectiva en este ataque sin parangón contra el patrimonio natural, por medio de la nueva normativa energética de Reactivación Empresarial, que acortará los plazos para que estos nuevos monstruos eólicos ocupen el territorio de forma implacable y con los mínimos plazos legales exigibles. Hay que decir que el Gobierno de Feijóo ya había autorizado anteriormente parques eólicos gravemente impactantes en Ancares y Xistral, a pesar de estar incluidos en la Red Natura. Una de las promotoras de este desenfreno eólico es Beatriz Mato, ex-conselleira de medio ambiente y actualmente asesora de vientos y demás recursos gratuitos en algunas empresas de meteórica expansión, como Greenalia.

Statkraft es una empresa pública del Gobierno de Noruega (España carece de este tipo de entidades, tras la venta vergonzosa de Endesa), dedicada al expolio de países subdesarrollados. Statkraft es el mayor productor de energía eólica de Europa y se dedica a extorsionar a los Estados mediante la compra de deuda pública de los países insolventes, como España. La compañía sigue así el camino emprendido por otros gigantes energéticos europeos en nuestro país como la petrolera francesa Total, la portuguesa Galp o financieros como la Caisse de dépot et placement du Quebec (CDPQ). El Estado noruego es propietario de una buena parte de la deuda pública española y ha entrado a saco en el mercado energético de la mano del Banco de Santander. Hoy, Norges Bank es el inversor más seguido en los departamentos de bolsa de las empresas españolas. Posee más de 5.500 millones de deuda pública del Estado, con lo que se dedica a ejercer su influencia en la toma de decisiones estratégicas en el sector energético.