Según datos del Registro Estatal PRTR, publicados hoy mismo, las emisiones totales a la atmósfera en Galicia se han desplomado. Pasar de los 7.553.621 Tm. en 2019 a los 5.310.408 en 2020, supone una caida del 30%.

En 2018 (antes del cierre de las térmicas y otros complejos industriales como Alcoa) Galicia emitió 15 millones de toneladas de dióxido de carbono, es decir, tres veces más que el pasado año.

Los datos no dejan lugar a dudas y apuntan a un acelerado proceso de decrecimiento industrial como la principal causa del desplome de emisiones. Todos los gases de efecto invernadero (GEI) han caido en picado y se mantiene y agudiza la tendencia iniciada hace tres años, teniendo en cuenta que se parte en cada
registro anual de situaciones ya muy diferentes del registro bianual.

Los GEI (dióxido y monóxido de carbono, óxidos de azufre y de nitrógeno, así como las partículas en suspensión y las PM10) bajan de forma importante y tan solo suben las emisiones de amoniaco y fluor. El metano se mantiene en niveles similares. ARCO IRIS se congratula de la cada vez menor aportación de Galicia al cambio climático global y apuesta por una nueva economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Sin embargo, no sería admisible que la menor actividad industrial no se viera compensada con el desarrollo de actividades productivas alternativas que permitieran mejorar el PIB y el bienestar de los gallegos, en un nuevo escenario que, de momento, no se atisba en el horizonte. La Xunta de Galicia
debe comunicar de forma inmediata a la sociedad cual es su lectura de estos datos y cuales serán sus propuestas de futuro para lo sectores productivos del país a corto, medio y largo plazo.