La Xunta de Galicia, por medio de la ley de acompañamiento a los presupuestos, acaba de anunciar que, a partir del 1 de enero no podrán presentar proyectos de parques nuevos durante año y medio y con que se amplía la distancia mínima a la que podrán levantarse los molinos de viento de los núcleos de población: se calculará a partir de la altura del aerogenerador (pala incluida), que deberán multiplicar por cinco.
Esto es, las máquinas nuevas, que se alzan a 200 metros del suelo, tendrán que distanciarse un kilómetro. La nueva distancia a los núcleos también se aplicará a aquellos expedientes registrados a partir del pasado día 20 de octubre. De esta forma, el Parlamento de Galicia ha dado el primer paso para poner fin a la actual anarquía en el despliegue de la energía eólica, rechazada de forma mayoritaria por amplias capas de la población. Invadir el medio rural y descapitalizar
el patrimonio natural de Galicia en base a espurios intereses especulativos de grandes compañías eléctricas, no es entendido por la sociedad.
La arquitectura administrativa de Galicia dispone de ciertos instrumentos de fiscalización, como el INSTITUTO DE ESTUDIOS DEL TERRITORIO, dependiente de la propia Consellería de Medio Ambiente. El IET está presente en los estudios de impacto con el que se acompaña la tramitación de parques, para preservar normativas como las Directrices del Paisaje. En ese sentido, el IET acaba de pronunciarse mediante un informe dado a conocer el pasado 26 de octubre contra el parque eólico de Serra da Groba, porque «tendría impactos críticos, ya que alteraría los valores de las áreas especial
interés paisajístico afectadas».
Dada la importancia de este posicionamiento público del IET, la Asociación Ecologista ARCO IRIS solicita que, vista la nueva dinámica que parece atisbarse para regular el desarrollo de la energía eólica, se adopte como nuevo escenario el contemplado en el Catálogo de los Paisajes de Galicia, en el siguiente sentido:
1. No serán autorizados nuevos parques eólicos a menos de 2 kilometros del perímetral de las llamadas ZONAS y LUGARES DE
ESPECIAL INTERÉS PAISAJÍSTICO, según lo dispuesto en el DECRETO 238/2020, de 29 de diciembre, por el que se aprueban las Directrices de paisaje de Galicia. La Disposición final primera. Habilitación para el desarrollo : Se habilita a la persona titular de la consellería competente en materia de medio ambiente para que dicte las disposiciones que sean precisas para incorporar nuevos indicadores de calidad paisajística para el control y seguimiento del estado y de la
evolución de las unidades de paisaje, a través de la oportuna modificación del anexo III, así como para actualizar las medidas y acciones.
2. No serán autorizados nuevos parques eólicos a menos de 5 kilometros del perimetral de zonas declaradas Red Natura, en
aplicación de las nuevas medidas, cuya entrada práctica en vigor es ya una realidad.
3. Tampoco podrán progresar los proyectos en trámite que se encuentren previstos para su ubicación a menos de 10 kilometros de zonas de valores paisajísticos panorámicos.
4. Se solicita que, en aplicación de una NORMATIVA YA APROBADA por el Parlamento de Galicia y de entrada en vigor el 1 de febrero del presente año (el ya mencionado decreto 238/2020) , se elabore un nuevo escenario en el que las mejores zonas paisajísticas queden resguardadas de la depredación a que hasta ahora han sido sometidas.
Es por ello por lo que ARCO IRIS solicita que los nuevos proyectos que sean seleccionados en el futuro para un desarrollo ordenado y riguroso de la energía eólica sean instalados única y exclusivamente en las llamadas ZONAS DEGRADADAS, ya fijadas en el visor del Catálogo das Paisaxes.
5. En cualquier caso, se garantizará la presencia del IET en todos los procesos de información ambiental que, a partir de ahora, sean tramitados con arreglo a las nuevas directrices.
ARCO IRIS insta a la Xunta a definirse claramente acerca del anunciado alejamiento de los molinos. Al parecer, el PP se ha
enmendado a sí mismo y lo que valía el día 20 de octubre ya no sirve para el 18 de noviembre. No se puede soplar y sorber a la vez. Es intolerable esta situación de inseguridad jurídica y ambiental, que amenaza con enturbiar aún más el caos reinante.