Las obras que la empresa Oresa realiza a las ordenes de Viaqua para el saneamiento de varias zonas de la ciudad de Pontevedra, se están acompañando por la proliferación de varios vertederos clandestinos de escombros.

Las obras, enmarcadas en el Plan de Saneamiento de la Ría de Pontevedra, a las que la Xunta dedica 45 millones de euros, podrían estar incumpliendo varias normativas en materia de residuos, ya que los vertederos se realizan sin haber efectuado ningún tipo de análisis de su composición. Entre los materiales que podrían formar parte de los vertidos podría encontrarse hulla, ya que se han tenido que remover pavimentos de algunas calzadas. Los escombros se llevan a lugares en donde si estaría permitido el uso de inertes (piedras, tierras, jabre) pero no el relleno con un elemento contaminante como el aglomerado.

La contratista principal, está obligada a realizar las obras, por el contrato de servicio de aguas del ayuntamiento, pero no está haciendo un control exhaustivo del tema medioambiental, tema que también es de obligado cumplimiento. Este tipo de restos de obras deben ser tratados en plantas especiales, lo que no ha sido el caso.

ARCO IRIS responsabiliza a la consellería de Infraestructuras y al propio ayuntamiento de la ciudad de Pontevedra de inhibirse a la hora de supervisar las actuaciones de las empresas y compañías responsables, que podrían haber incluido en actuaciones tipificadas como falta o incluso delito medioambiental.

Por todo ello, ARCO IRIS exige la inmediata retirada de dichos vertederos, su traslado a centros de tratamiento y la apertura de un expediente informetivo que depure las responsabilidades a que hubiera lugar.