Al Concello de Miño no se le ha ocurrido mejor solución para desprenderse de sus verguenzas que arrojarlas en un parque repoblado por WWF en 2015.

Toda la basura recogida en la última campaña de limpieza de playas duerme ahora el sueño de los justos al lado de los árbolitos que, con todo cariño, plantaron los voluntarios de WWF en noviembre de 2015 y que ahora deben de estar muy agradecidos al gobierno municipal por este delicado gesto de
respeto al medio ambiente.

En lugar de gastarse cuatro duros en contratar a una empresa especializada en la gestión de este tipo de residuos, al señor alcalde y a su sostenible equipo de gobierno le ha parecido más propio de estos tiempos tormentosos que vivimos tirar con todo en una parcelita municipal, que para eso es de uso público y vale para cualquier descosido.

ARCO IRIS no quiere dejar pasar por alto este noble gesto de sensibilidad ambiental del señor Faraldo y, por acuerdo de la Junta Directiva, se le ha concedido en título de Cerdito Comarcal, en reconocimiento de sus grandes méritos y denodados esfuerzos por mejorar la naturaleza de la Reserva das Merdiñas Coruñesas.